Afines de 1969 se realizó el cónclave en que la coalición de izquierda Unidad Popular, que agrupaba a socialistas, comunistas, radicales y otras organizaciones menores, designó al senador Salvador Allende, de 62 años, por cuarta vez como su abanderado presidencial. Éste debía enfrentar a dos fuertes contendores: Jorge Alessandri Rodríguez, candidato del Partido Nacional, y Radomiro Tomic de la Democracia Cristiana.
La marcha de la campaña fue revelando que Allende acrecentaba sus posibilidades de alcanzar la primera magistratura. Esto acarreaba grados crecientes de polarización, que se denotaban en las concentraciones, marchas y otras actividades donde las aglomeraciones de gente y las rivalidades iban creando situaciones que ponían en riesgo la integridad física del abanderado izquierdista.
En ese momento, el candidato de la Unidad Popular tenía un automóvil Peugeot, que no era muy adecuado para trasladarse a las regiones agrarias, donde los caminos estaban en mal estado. Enrique Huerta Corvalán (“Kique”), amigo de la familia Allende, especialmente de Taty, poseía un taxi americano que no había usado, porque él había permanecido fuera de Chile. En una reunión, Taty comentó que su padre no disponía de un auto adecuado para la campaña, Enrique le dijo que él estaba dispuesto a prestar su automóvil. Allende dio su aprobación y Enrique Huerta comenzó a trabajar como su chofer.
En la mayoría de las actividades de la campaña electoral, el candidato de la Unidad Popular era acompañado por su secretario privado, Osvaldo Puccio (padre); en algunas oportunidades también iban con él, Jaime Suárez, Augusto Olivares (“Perro”), Eduardo Paredes (“Coco”). Estas personas tenían con Salvador Allende una amistad personal. Fueron ellos los que en forma artesanal comenzaron a efectuar un rudimentario servicio de protección personal.
Algunos amigos del candidato, como “Coco” Paredes y el “Perro” Olivares, eran fogueados cuadros socialistas. Manejaban las técnicas de chequeos y contrachequeos, que les permitían constatar si eran víctimas de seguimientos o de otras formas de vigilancia25. Aunque las actividades electorales se realizaban con normalidad, a medida que se acrecentaban las posibilidades de una victoria allendista, en este grupo de amigos surgió el miedo a un atentado, principalmente durante los desplazamientos a provincias.
La frase que constantemente repetían para mostrar su preocupación era: “Alguien tiene que cuidar a Allende que anda con el puro Enrique”26. Así, ante el temor de un ataque, surgió la necesidad de crear una organización que brindara al candidato una efectiva protección personal27. Taty era la más interesada en que se materializara ese grupo, ya que en sus viajes a La Habana había comprobado la eficiencia que tenían los cubanos en esa materia.
Cuando los cercanos de Allende analizaron la situación, coincidieron en que resultaba necesario contactar a los miembros del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN-B), ya que el Partido Socialista tenía muchos cuadros militarmente preparados. El Ejército de Liberación Nacional de Bolivia (ELN-B) fue creado por el comandante Ernesto Che Guevara en la sierra boliviana el 25 de marzo de 1967. Poco después y para colaborar en ese esfuerzo se creó la sección chilena. Su líder fue el periodista Elmo Catalán. En su mayoría estaba formado por militantes del Partido Socialista. Actuaba en la práctica como una tendencia dentro del partido. Los amigos más cercanos de Allende conocían a los “elenos” (miembros del ELN-B, sección chilena) desde la época en que éstos eran estudiantes de medicina. Taty había entablado una amistad sincera con ellos y en algunas ocasiones desarrollaba actividades en la unidad de apoyo logístico de la organización.
A mediados de 1970, desde las sierras bolivianas retornó al país un grupo de chilenos que habían participado en el foco guerrillero de Teoponte. Entre ellos destacaba un joven llamado Francisco Gómez, cuyo nombre de batalla en el grupo era “Fernando”. Él había sido jefe de seguridad del oficial de Tropas Especiales del Ministerio del Interior de Cuba, Dariel Alarcón Ramírez (Benigno), uno de los sobrevivientes del grupo de guerrilleros que lucharon en Bolivia al mando de Ernesto Che Guevara. “Fernando” fue especialmente entrenado como guardaespaldas; era eximio tirador y experto en artes marciales. Junto a Benigno recorrieron Europa y Latinoamérica, realizando misiones confidenciales encargadas por la máxima dirigencia cubana, entre ellas, el traslado clandestino de ambos, hasta las sierras bolivianas, para continuar la insurgencia guerrillera del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia.
Estimamos que por la experiencia que poseía “Fernando” como escolta, fue comisionado por “Agustín” Arnoldo Camú, miembro de la Comisión Política del Partido Socialista, comandante del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, sección chilena, para trabajar con Allende, con el fin de implementar el primer servicio profesional de seguridad.
Al comienzo actuaban solamente “Fernando” y “Kique” (Enrique Huerta Corvalán), ayudados por los amigos del candidato que lo acompañaban en sus presentaciones de campaña. Luego se les sumaron: 1) “Carlos Álamos” (Jaime Sotelo), militante del Partido Socialista, ex dirigente de los trabajadores del cobre del mineral de El Salvador. En 1966, éste había sido encarcelado por su participación en los sucesos que terminaron con la muerte de varios obreros del mineral. Cuando salió de prisión se unió a los “elenos”. Posteriormente viajó a Cuba donde fue entrenado en combate rural y urbano. 2) “Luisito” (Félix Vargas Fernández), de familia minera de Copiapó, miembro del Partido Socialista, combatió en Bolivia; tuvo activa participación en el rescate de los guerrilleros cubanos que escapaban después de la muerte del Che Guevara. 3) “Bruno” (Domingo Blanco Tarres) militante socialista, y 4) “Manuel” (Enrique Ramos), joven obrero, militante del Partido Socialista, fue edecán civil del Presidente Allende.
19 de abril 1973, el 40 Aniversario
Estadio Nacional Santiago de Chile