NO OLVIDAMOS: ¿COMÓ FUE QUE LA DICTADURA MATÓ AL PERIODISTA JOSÉ 'PEPE' CARRASCO?

05.02.2018 18:27
José Carrasco Tapia

"José Carrasco Tapia se desempeñaba como editor internacional de la revista Análisis hasta el día 8 de septiembre de 1986."

El 8 de septiembre de 1986, hace 29 años, la dictadura secuestró de madrugada al periodista José Carrasco Tapia donde fue asesinado a mansalva por agentes de la CNI, en venganza por el fallido atentado al dictador Augusto Pinochet, con el que nada tuvo que ver.

Pepe, o Pepone Carrasco fue dirigente del Colegio de Periodistas y del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), además de redactor de la revista Análisis, semanario opositor a la dictadura de gran circulación, pero hoy desaparecido.

Estuvo preso después del golpe y vivió exiliado en Venezuela, donde trabajó en el Diario de Caracas, y también vivió en México. Regresó a Chile para ejercer el periodismo en plena dictadura.

Ingresó muy joven a la agrupación política ganándose el respeto por su profesionalismo y calidad humana, y como representante del MIR, formó parte del Movimiento Democrático Popular (MDP), uno de los pocos espacios que en plena dictadura había podido conseguir la oposición. Era una articulación muy grande de gremios y partidos políticos opositores, y cuya prospección entusiasmaba a Carrasco.

Su vida política siempre fue arriesgada en dictadura. El 6 de diciembre de 1974 fue detenido y estuvo en distintos campos de concentración, entre ellos Cuatro Álamos y Puchuncaví, hasta marzo de 1976. Salió al exilio junto a su esposa, la también periodista Olivia Mora. Con ella tuvo dos hijos, Iván y Luciano. Estuvo en México pero regresó en el 84.

Así lo mataron: en venganza del dictador Pinochet.

Un 8 de septiembre de 1986, el comando autodenominado “11 de septiembre”, irrumpió a las 5 de la madrugada en su hogar, rompiendo la puerta con hachazos, para llevarse a Carrasco ante el horror de su familia.

Cuando la muerte llegó a su puerta, Carrasco dormía en su hogar del barrio Bellavista de Santiago. En presencia de sus hijos, Iván, de 16 años, y Luciano Carrasco Mora, de 15, fue secuestrado por esbirros de la Central Nacional de Información (CNI), quienes no le dieron tiempo para vestirse ni atarse los zapatos. “No los va a necesitar”, dijo despectivamente uno de lo sicarios. Su cuerpo apareció con 27 balazos junto al muro de un cementerio en la Av. Américo Vespucio Norte de Santiago, hoy municipio Huechuraba.

Pocas horas antes, Augusto Pinochet había sido emboscado en el camino al Cajón del Maipo, y el periodista formaría parte de las cuatro víctimas que la dictadura había elegido como parte de la dura represalia.

Un electricista, un artista, un periodista y un publicista. Todos fueron acribillados por integrantes de la CNI. A Carrasco lo dejaron cerca del Parque del Recuerdo, con 14 impactos de bala. Doce de ellos en su cráneo.

En la venganza ordenada por el dictador, la CNI dio muerte a tres personas más, a quienes ya tenía registrados como futuros blancos: el profesor y artista plástico Gastón Vidaurrázaga Manríquez (MIR); el electricista Felipe Rivera Gajardo (PC) y el contador y publicista Abraham Muskatblit Eidelstein (PC). También intentaron secuestrar al abogado Luis Toro, de la Vicaría de la Solidaridad, pero sus vecinos lo impidieron, en un gesto increíble de valor y solidaridad en esa época de dictadura.

En 1977, la revista Análisis comenzó la difícil tarea de ejercer el periodismo que hacía frente a la dictadura. Por allí pasó una serie de destacados periodistas que compartían labores con “Pepone”, como lo apodaban los amigos. María Eugania Camus, Mónica González, Faride Zerán y Juan Pablo Cárdenas son sólo algunos de aquellos valientes periodistas que, incluso en un par de ocasiones, sufrieron el cierre de su medio.

Fernando Paulsen era uno de ellos. En entrevista en ADN Radio, junto a la periodista Beatriz Sanchez recordó en Agosto del 2013 con especial cariño a "Pepone", en el marco de los 40 años del Golpe Militar, el programa de Chilevisión: "Chile, las imágenes prohibidas" retrató el asesinato de Carrasco como uno de los crímenes más atroces del régimen.

Los periodistas de la revista Análisis éramos muy unidos, teníamos diferencias bastante grandes en materia de posiciones en algunas cosas, y sin embargo nos achoclonábamos en la defensa de lo que creíamos era nuestra obligación de entregar informaciones que no se entregaban por los medios de comunicación oficiales o alineados a la dictadura”, recordó como invitado en un programa Radio ADN

Paulsen confidenció que Carrasco fue un importante apoyo personal cuando vivió la separación con su esposa. “Me consiguió un departamento muy cerca del suyo, a media cuadra. Toda esa cosa engorrosa y jodida, que es cómo armarse de nuevo de un desarme familiar, casi no tuve que hacerlo, me ayudaron Pamela Jiles, María Eugenia Camus, las ‘niñas’ de Revista Análisis, y Pepe Carrasco”, contó.

El episodio más triste para Paulsen fue ser el encargado de contarle a la esposa de “Pepone” que habían encontrado su cuerpo. “Nosotros teníamos la secreta esperanza de que apareciera Pepe golpeado, malherido, pero vivo. Y de pronto nos avisan que encontraron dos cuerpos, y uno de ellos correspondía a las características de Pepe. (Estaba) En muy, muy mal estado, cocidos a balazos. O sea, Pepe tenía 13 balazos en la cabeza”, indicó.

El colega de Carrasco contó que al ser contactado por teléfono, “me bajó un poco el pánico porque quería evitar era que Silvia supiera por un breaking de Radio Cooperativa, que tenía esos tambores que anunciaban una noticia tremenda. (…) Me encerré con ella en una pieza de su casa y le dije, para ser franco, de la forma más fría que se me ocurrió, para tratar de no sobrecargar más el asunto, que habían encontrado dos cuerpos y que creíamos que uno de ellos era Pepe Carrasco. ‘¿Dónde lo encontraron?’, nos preguntó. En las paredes del Parque del Recuerdo. ‘¿Y cómo está?’, nos preguntó. Mal, le dije. Está muerto. Me dijo ‘¿Estás seguro que es el Pepe?’. Estoy seguro que es el Pepe. Y la Silvia estuvo muy entera, una persona muy valiente en estas circunstancias”, relató Paulsen.

Afortunadamente lo supo por nosotros, no por un flash en la radio o por algún periodistas preguntándole por sus primeras impresiones”, aseguró el periodista.

Sobre la razones de por qué había sido elegido como objetivo por la dictadura, Paulsen aseveró que “de todos los periodistas que trabajamos en medios alternativos u opositores durante la dictadura, yo no conozco ninguno que no haya trabajado con miedo. Todos trabajamos con miedo” y agregó que “teníamos que trabajar para avanzar la línea de lo que se podía decir. Recuerdo cuando tomamos la decisión absolutamente racional en la revista Análisis de llamar a Pinochet ‘Dictador’”.

“Ibas expandiendo el límite lo que se podía informar (como periodista). Pero tenías todo el tiempo amenazas. Los papás, las mamás, todos sabían. Era una cosa heavy. Cuando la Fiscalía Militar se querellaba en tu contra, había una suerte de alivio entre los que fuimos querellados porque se había escogido la vía judicial”, comentó el periodista.

Paulsen reconoció que él, junto con el mismo Carrasco, habían tomado la decisión de que Carrasco volviera de Buenos Aires el 5 de septiembre. “Pedirle que se viniera, cuando único que quería era volver, nos pareció lo más lógico. Y probablemente fue la recomendación más brutal que le hicimos”, concluyó.

“Amamos la paz y amamos la vida, pero más que nada amamos la justicia y amamos la libertad. Y por la justicia y la libertad estamos dispuestos a dar la vida si es necesario“.

* ADN Radio Chile -  El Desconcierto